Descripción
Llegamos al campamento de Gdeim Izik sobre las cuatro y media de la tarde. Unas 17 personas marchamos por el desierto en un LandRover, evitando los controles. Aunque el ejército y los gendarmes mantienen sitiada la zona, no se interponen entre nosotros y nuestro objetivo. Los saharauis han formado su propia guardia, que controla la entrada y vigila los movimientos de las fuerzas de ocupación. La dirección del campamento se ocupa, entre otras cosas, del abastecimiento y del transporte. Calculan que en el día de hoy, en el asentamiento hay 1256 haimas, y viviendo en ellas unos 10580 saharauis. Los habitantes cuentan que la policía interviene las gasolineras para que los LandRovers no puedan repostar. La misma situación se da con el agua, e incluso impiden la entrada de médicos. |