DONATIVO

De Paso Registrado: Nov 05, 2007 Mensajes: 21

Mañana viajo al campamento de Smara. En estos días he recaudado dinero de donativos que me han ido haciendo para ayudar al pueblo saharaui.
He recaudado una cantidad importante Smile

y quería saber, si alguien me puede orientar sobre donde se puede dejar mejor esta ayuda económica.
He pensado repartirlo entre algún hospital, una escuela, el centro de mujeres. Supongo que el dinero les vendrá bien para comprar material

¿Alguna idea de como distribuirlo mejor?

Gracias

Publicado: Lun Mar 17, 2008 9:53 pm **Asunto**:

Yo te podría dar tres mil ideas para distribuir ese dinero, pero ninguna de ellas sería dejarlo en ningún lugar de los que mencionas.
Te adelanto esto: (ya no sé si te llegará a tiempo o ya te habrás marchado) El dinero es mejor derivarlo a alguno de los proyectos que ya se están ejecutando en los campamentos por medio de ONG, que son las que están en contacto con la contraparte y que intentan paliar las deficiencias que han sido solicitadas por ellos mismos. Posiblemente cerca de ti habrá alguna asociación de ayuda al pueblo saharaui donde te informaran de los proyectos que llevan a cabo.
No me parece de recibo ir por ahí dejando dinero sin saber las necesidades reales.
Un saludo,

¡¡¡Assahra Moustakkíla!!!
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El silencio es la muerte, y si te callas, mueres, y si hablas, mueres. Así que habla y muere.

Publicado: Lun Mar 31, 2008 10:39 pm **Asunto**: SOLIDARIDAD

Hola Alma,

Imagino que habrás vuelto y que ya te habrás recuperado (en primera instancia) del viaje a Smara. Digo lo de primera instancia porque generalmente pasados unos días, cuando parece que la recuperación es total (no me refiero a la física), se suelen producir algunos bajones en el estado de ánimo, fruto y dependiendo del tamaño del trozo de corazón que te hayas dejado allí.
En los próximos dos meses te repetirás que no vas a volver, en una lucha interna entre el sí y el no. Pero pasados ese par de meses contarás los días, horas y minutos que te quedan para reencontrarte en los Campamentos con aquellos que ya consideras “tu gente”.

Es posible que no te pase nada de lo que te aventuro, pues no soy ni la bruja Lola, ni tengo bola de cristal, pero es que suele ser bastante normal que pase; a mí me pasó en aquel primer viaje y conozco a mucha gente a la que le pasa. Si te ocurre, no le des la mayor importancia.

Te escribo en este tema que colgaste poco antes de viajar a Tindouf porque, en su día, no quise hacerlo premeditadamente, pues el mejor sitio para dejar tu llamado “donativo” seguro que es el o los que, al final, habrás elegido tú. Hay tanta penuria allí en los Campamentos, que en cualquier dirección que mires encontrarás necesidades urgentes. Con ello no quiero quitarle la razón a Nurqamar, entre otras cosas porque la tiene, pero a Nurq (me estoy jugando el cogote) la veo demasiado institucionalizada. Eso de los proyectos en ejecución, de la parte, de la contraparte,..., no tiene mucho en cuenta los dictados del corazón, y el Sáhara se lleva fundamentalmente en el corazón.

Para hacerme entender te contaré una pequeña historia. Veremos a ver si soy capaz de sintetizar y no enrollarme (difícil).

Los saharauis no tienen Ministerio de Hacienda, ni hacen declaración de la renta. Cada uno hace lo que puede por los suyos, por su familia, por los que tiene alrededor y por su comunidad. Cada uno se busca la vida. Unos crían ganado, pequeños rebaños de unas cuantas cabras o camellos; o grandes rebaños propios, familiares o comunitarios que nomadean por tierras del Sáhara Liberado, Mauritania o Argelia. Otros se dedican al comercio, en esa locura de proliferación descontrolada de pequeñas tiendas que habrás visto. Otros al contrabando, fundamentalmente de gasolina y tabaco entre Mauritania y Argelia. Otros empiezan a dedicarse a la agricultura con pequeños huertos familiares de riego por goteo, producto del buen hacer de algunas ONG´s españolas que les han enseñado a trabajar la tierra. Algo parecido a talleres mecánicos están en aumento por las necesidades de moverse en destartalados vehículos...

Los saharauis son un auténtico baúl de sorpresas. En uno de mis viajes, el padre de una de mis familias me esperaba para mostrarme lo que él hacía como aportación a la redistribución de la riqueza, en este caso diría yo, redistribución de la pobreza.
El año se había dado bien y había conseguido unas ganancias con respecto al año anterior. Estaba muy agradecido porque, según él, gracias a nuestra aportación (familiar) había conseguido reunir un dinero que le permitió viajar a Mauritania, comprar productos y ganado a bajo precio, transportarlos a Argelia, vendérselos a los argelinos, y conseguir unas plusvalías. Como reconocimiento me quería hacer partícipe de una verdadera ceremonia que nunca olvidaré.
En una determinada época del año contaba su pequeño patrimonio. Transcurrido un año volvía a contarlo. Si era menor, se encomendaba a Alá, para que la situación mejorase el próximo año. Si era mejor, apartaba una cuarta parte de esas ganancias patrimoniales, metiéndolas en una pequeña cajita.

Ese año, la cajita estaba entre él y yo, asistiendo, en la jaima, a una ceremonia del té, pero con sorpresa incluida, y sobre todo, con mucha carga emocional.
Convocó alrededor de este té a miembros de toda su familia (en sentido amplio: abuelos, hermanos, cuñados, primos, hijos, sobrinos, hermanos de leche, etc...).
Preguntó cómo les había ido el año económicamente a todos y cada uno de los asistentes.
Creo recordar que sólo un hermano de su mujer dijo haber perdido, ese año, una determinada cantidad y estaba en algo parecido a números rojos.
Abrió la cajita, separó la cantidad referida por su cuñado, y se la entregó sin más.

Terminamos el té, difícil de tragar por el nudo que yo tenía en la garganta por lo que acababa de presenciar. Me dijo que le acompañara; salimos de la jaima.
Él, la cajita y yo, nos dirigimos hacia el Ayuntamiento de de la daira. Hablamos con el Alcalde, le preguntó que quién estaba económicamente necesitado. El Alcalde le dio tres nombres o direcciones (dos de la misma daira y una de otra daira próxima). Volvió a abrir la cajita y separó su contenido en tres partes (supongo que iguales).
Visitamos las tres direcciones que el Alcalde le había dado. En cada una de ellas tomamos un nuevo té antes de entregar su parte correspondiente de la cajita. Curiosamente las tres jaimas visitadas estaban habitadas por ancianos; no había niños que pudiesen viajar en Vacaciones en Paz, pero sí había la fuerza de un Pueblo, para el que la palabra SOLIDARIDAD es una forma de vivir y entender la vida.

Os puedo asegurar, y no siento la menor vergüenza en reconocerlo, que esa noche, un español grandote y con alguna cana, lloró en el Sáhara. Ese español, era yo.

Después de esto, querida Alma, ¿Cómo no voy a estar seguro de que el lugar que hayas elegido para dejar tu solidario “donativo” es el mejor sitio? Da igual donde lo hayas dejado; seguro que has acertado.

Numa, 31 de marzo de 2008.
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"Por lo que hoy lloras, mañana te reirás, pues empieza hoy a reirte"

Site Admin Registrado: Apr 08, 2006 Mensajes: 678

Y esta noche, un español normalito y calvo lloró bajo el cielo del pirineo. Ese español soy yo.
Gracias Numa, es un placer tenerte con nosotros.

De Paso Registrado: Nov 05, 2007 Mensajes: 21

Gracias a todos por vuestras respuestas

ya volví sí, y ya recuperada de las más de 24 horas en Tinduf...Aunque no de lo que allí quedó.
Es la segunda vez que viajo a los campamentos, la primera al 27 de febrero y esta a Smara.
Y lo que está en mi corazón desde el momento en que llegué no es que no volveré, al contrario. Sólo repito volveré de nuevo, volveré.
Y cuento los días que faltan para el próximo viaje, para un nuevo reencuentro con mi familia, con los nuevos amigos/hermanos saharauis encontrados esta vez.
Llego plena de sensaciones y con el recuerdo de este gran pueblo.

Finalmente supe donde dejar el donativo. Lo supe nada más entrar por aquella puerta abierta en esa pared de un azul celeste. Lo supe cuando leí aquella frase: Aquí no crecen flores, aquí no crecen árboles pero florecen personas. Supe que ese era el lugar cuando conocí a Castro.

Supongo que muchos conocéis Castro, ese centro llevado por ese maravilloso hombre dedicado a niños y no tan niños discapacitados.

Allí, a ese oasis de Smara fue el donativo.

Un abrazo a todos

Experto Registrado: May 10, 2006 Mensajes: 118

En el Sahara no existe ni Hacienda ni Declaración de la Renta. En España, a veces, uno se pregunta cuántas personas quisieran escaparse (si pudieran) de la voracidad recaudatoria de Hacienda y cuántas quisieran (si pudieran) no declarar ni un duro en la Declaración anual de la Renta?
Pues ahí, en el post de Numa, tenemos a gente que se molesta en hacer el cálculo de la Renta y, además, se molesta en su redistribución sin que ningún Todopoderoso Ministerio se lo exija.
Lo descrito por Numa es un fiel reflejo de la vida real en los Campamentos de Refugiados Saharauis. En eso que él llama “hay tanta penuria”, que yo preferiría llamar “escasez”, hay gente que hace no sólo lo que ha hecho este Señor cuya bonita historia nos ha contado Numa, sino que, además, después de cada mes de Ramadhan donan parte de sus bienes a las personas que estiman necesitadas.
Aún así, el pueblo saharaui no es una asamblea de ángeles. No es un pueblo de listos e inteligentes. Somos un pueblo sencillo con sus penas y sus glorias. Sólo que vivimos en unas condiciones tan extremas que hemos desarrollado unas pautas de conducta que, a ojos foráneos, quizás resulten, sino lejanas en el tiempo, al menos, curiosas. Cualquier sociedad, cualquier pueblo, que viva en las condiciones en que lo hace el pueblo saharaui, habría desarrollado idénticas o mejores pautas de comportamiento colectivas. Es la capacidad de adaptación, en un hábitat extremo, lo que nos ha hecho desarrollar esas pautas de conducta que en lo referente a la SOLIDARIDAD bien podrían ser un ejemplo para el mundo entero.
Convencidos de la indestructible superioridad moral de la Causa por la que luchamos, hemos asumido la crueldad de la travesía. Es decir, la escasez y las penurias que los visitantes de los Campamentos ven, para nosotros, no son un problema. El problema es otro. El problema es la libertad de un pueblo.
Para combatir la escasez y las penurias, el hombre, desde tiempos inmemoriales ha desarrollado infinidad de técnicas y trucos desde los más nobles a los más innobles. Pero nuestra preocupación fundamental no es combatir esas cosas. Sufrir la escasez viene ya incorporado en el paquete de la lucha por una Causa Justa. Ya sabíamos, mejor dicho, hemos aprendido, que mientras dure nuestra lucha vamos a sufrir todos.
En ausencia de ese convencimiento por la Causa, en ausencia de la asunción de las dificultades que comporta la travesía, en otras circunstancias, en fin, probablemente, se habría disparado la delincuencia (desde 1975 sólo ha habido dos muertes por robo en los Campamentos. A ver qué sociedad puede exhibir semejantes estadísticas?). Pero en lugar de ello, los saharauis hemos preferido desarrollar esas pautas de conducta que Numa, tan bien, describe.
Lástima grande que, en pleno Siglo XXI, aún tengamos que mendigar para que la Comunidad Internacional cumpla con las normas y leyes por ella misma creadas.

Huneifa ibnu Abi Rabiaa.

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